domingo, 20 de mayo de 2018

El Ciclo de Wilson animado

El esquema básico de la evolución de las placas es muy sencillo: un continente se fragmenta (por ejemplo, la zona de fosas tectónicas de África oriental), sus fragmentos se dispersan (por ejemplo, la zona del Mar Rojo y el Golfo de Adén), separados por un océano de tipo Atlántico (sus costas no son bordes destructivos de placa); luego vuelven a aproximarse cuando el océano se convierte en uno de tipo Pacífico (sus costas son bordes destructivos: arcos insulares y orógenos marginales), hasta que colisionan dos o más continentes o microplacas, formándose nuevas suturas: Animación en Cienciasnaturales.es y más información en:

Fuente


 
 

Esta evolución básica ha sido llamada ciclo de Wilson en honor del geofísico canadiense John Tuzo Wilson. El ciclo de Wilson representa actualmente la gran idea sintética de la dinámica terrestre.

El ciclo supercontinental (actualización del ciclo de Wilson), postula que cada 400-500 millones de años todas las masas de tierra emergidas se unen, formando un supercontinente. El desplazamiento de las placas se realiza sobre una superficie esférica, por lo que los continentes terminan por chocar y soldarse, formándose una gran masa continental, un supercontinente o pangea, como lo llamó Wegener.

El supercontinente impide la liberación del calor interno, por lo que se fractura y comienza un nuevo ciclo. Esto ha ocurrido varias veces a lo largo de la historia de la Tierra.

 Hay evidencias de la existencia de al menos cuatro supercontinentes:
1. Columbia (hace entre 1.500 y 1.800 millones de años)
2. Rodinia (hace aproximadamente 1.100 millones de años)
3. Pannotia o Gran Gondwana (hace unos 600 millones de años)
4. Pangea (entre 240 y 280 millones de años). Es el más actual.


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